El juicio por la denominada «Masacre de Wilde», un emblemático caso de «gatillo fácil» cometido en 1994 cuando cuatro inocentes fueron asesinados por policías que los confundieron con delincuentes, entrará desde este miércoles en la etapa de alegaos.
De acuerdo al cronograma dispuesto por el Tribunal Oral Criminal 3 de Lomas de Zamora, a cargo del debate que tiene como acusados a 7 ex policías de la provincia de Buenos Aires, primero será el turno de los fiscales del juicio Jorge Betini y Viviana Simón, quienes expondrán el este miércoles a las 9 y sus pedidos serán transmitidos a través del canal de YouTube de la Suprema Corte bonaerense.
Los jueces Marcelo Hugo Dellature, Luis Miguel Gabián y Claudio Fernández dispusieron que el siguiente alegato del jueves a la misma hora sea el del abogado Ciro Annicchiarico, quien representa Raquel Gazzanego, esposa de Edgardo Cicutín, uno de los hombres asesinados en el hecho.
Mientras que el viernes será el turno del abogado Gustavo Romano Dufau, en representación de la familia del remisero también asesinado Norberto Corbo; y, de Eduardo Michaud, el letrado de los familiares de otra de las víctimas fatales, Enrique Bielsa.
En tanto, desde el martes 8 hasta el lunes 14 de este alegarán las defensas de los ex policías acusados de cuádruple homicidio calificado.
El juicio comenzó el pasado 17 de agosto y tiene en el banquillo de los acusados a los ex comisarios Roberto Mantel y Eduardo Gómez; el exoficial Osvaldo Lorenzón; el ex subteniente Pablo Dudek; y los ex oficiales Julio Gatto, Marcos Rodríguez, y Marcelo Valenga, quienes llegaron al debate en libertad.
En la causa se encuentra también imputado el ex subteniente Marciano González, quien sufrió un ACV hace poco más de un año y aún resta que se entregue una pericia médica que indique si está en condiciones o no de afrontar el proceso.
La «Masacre de Wilde» ocurrió el 10 de enero de 1994 y tuvo como víctimas al remisero Corbo y a sus pasajeros, Mendoza y Bielsa, quienes viajaban a bordo de un Peugeot 505, y al vendedor de libros Cicutín, que se trasladaba en un Dodge 1500, conducido por Díaz, el único que sobrevivió al ataque.
Los cinco fueron atacados a tiros por efectivos de la Brigada de Investigaciones de Lanús que al parecer los confundieron con delincuentes y les dispararon cerca de 200 veces.
Todos los ex efectivos afrontan cargos por los delitos de «cuádruple homicidio calificado y un homicidio calificado en grado de tentativa», por la única víctima del ataque que sobrevivió.